Lunes de mierda.

Esta mañana de pura casualidad me levanté. Mi esposa jura y rejura que su alarma no prendió y yo juro y rejuro que la mia tampoco. La verdad, NINGUNA de las hijuemadres alarmas funcionaron esta mañana y por ende, yo por lo menos llegué a la chamba (trabajo) unas dos horas mas tarde de lo que acostumbro.

Obviamente, cuando uno anda en carrerones, las cosas tienden a funcionar patas arriba.

Salimos la fiera (la esposa) y yo para la estación del tren y solo fué que nos retrasáramos 10 segundos y nos deja el hijuemadre. Ya en el tren solo faltó que se me quedara la cabeza y me viniera con la almohada de reemplazo. Se me olvidó el celular, unos papeles y dibujos para una reunión y si me traje un par de arepas de hace dos dias que se me olvidó sacar de la maleta, agregándole unas cuantas onzas a las casi 30 libras de maricadas y chucherías que cargo ahí. Prendo mi ipod y me pasó un corrientazo en los oidos que me dejó mas apendejado de lo que salí esta mañana.

Llegando a la ciudad, me dormí y fuí el último en salir del tren, casi me dejan encerrado. La gente aquí como es de acomedida, nadie se atrevió a hacerme saber que llegamos, pero cuando me desperté todo atolondrado y salí corriendo ví que algunos viles pasajeros salían del tren, pasaban y se quedaban mirando a ver si es que el tren me iba a llevar de vuelta y eso aparentemente les causa mucha gracia. Desgraciados. Aunque yo lo he hecho también y es divertido, (pero no estamos hablando de mi en este caso). En ves de darle una manito al parcero y decir, "mijo, llegamos". Pero no!, solo la máma de uno hace eso. (Y aún asi, a menos que uno ande de pelea con la mamá, ellas son capaces de dejarlo a uno ahí durmiendo a ver si aprende una lección.)

Ya una vez en el edificio, los elevadores repletos (trabajo en el piso 15) y con gente que ni se acuerda donde se tienen que bajar y terminan presionando todos los pinches botones, asi que son otros 5 minutos de infarto acordándome que voy super tarde.

Tan pronto prendo el computador y pongo las nalgas en el asiento, se aparece mi jefa, que por cierto, nunca viene los Lunes, pero hoy le dió por hacer entrada triunfal a la miseria de mi comienzo de semana. Menos mal, ella llegó por el elevador mas repleto que el mío unos segundo después que entré en pura (en carrerón) pretendiendo hacer algo cuando en realidad estaba haciendo bulto.

Voy a conseguir mi desayuno y no hay ni mierda. Lo poco que puedo conseguir es un sandwich con algo metido ahí y un café que sabe a pura agua con tierra.

Pero bueno, es apenas Lunes en la AM asi que queda el resto del dia para componerse, pero creo que va a ser igual de maluco, que mamera.

Y aparte de todo ya veo que se me está subiendo el mico al hombro.